Al instalar el 34 Congreso Nacional de Ganaderos José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, se refirió a los retos y oportunidades del sector. La paz también tuvo su espacio.
“Recuperemos el campo, que la paz se nos dará por añadidura”, con esa frase y la presencia de más de 1.000 productores de todo el territorio nacional, Lafaurie dio apertura oficial al evento más importante del sector.
Empezó asegurando que el país de a poco empieza a reconocer el esfuerzo que hay detrás de cada plato que llega a su mesa, que ve un país con un futuro promisorio, con vías, escuelas, entre muchas mejoras, pero reiteró que la paz pasa, sin remedio, por la recuperación del campo.
“Tenemos un sueño para la ganadería; también adivinamos para ella un horizonte promisorio, como una actividad sostenible ambientalmente, rentable y con alto potencial exportador, con capacidad real de transformación económica y social de su entorno, y aporte sustantivo a la generación de riqueza nacional”, dijo Lafaurie Rivera.
De las ventajas comparativas a las competitivas
“El mundo necesita proteína y la ganadería de Colombia está en capacidad de ofrecerla a gran escala” “Aunque persiste la publicidad contra su consumo, lo cierto es que el mundo no come cuento…, quiere comer carne y no tiene suficiente” afirmó Lafaurie.
Como en otras oportunidades, se hizo un llamado a prestarle atención a la situación de los ganaderos, advirtiendo que no se trata de meterle miedo a nadie, sino de salvar la actividad de una catástrofe social y productiva. De no hacerlo están en riesgo de desaparecer 280 mil productores de menos de 10 animales, a los que seguirán aquellos que tengan menos de 50 animales.
De igual forma, la asociatividad es la consigna, sin ella no se prevé un futuro para la ganadería. “Es un reto de productividad, es un imperativo ético, una necesidad para enfrentar las amenazas, esas sí vienes de afuera”, indicó el dirigente.
Luego de expresar su saludo a las Fueras Militares y de Policía, y del aplauso cerrado que brindaron todos los asistentes a las autoridades, apelando a lo que informan los medios, se dejó constancia de que la violencia se ha recrudecido y que el tema no es marginal, sino en casi todo el territorio nacional, problemas como las vacunas, extorsiones y secuestros son el pan diario de miles de productores dedicados al sector rural.
Asimismo se habló del fracaso del Gobierno con la recuperación de los Baldíos de la Nación adquiridos ilegalmente y de la pretensión de las Farc de apropiarse de una gran cantidad de territorios.
“Nadie es enemigo de la paz. No estoy convocando al odio ni a la intolerancia, pero no podemos desconocer que tantos años de violencia terrorista han arrastrado demasiado dolor ganadero”, manifestó José Félix Lafaurie.
Hacia las oportunidades las propuestas
Lafaurie aprovechó la presencia de Aurelio Iragorri Valencia, ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, para aceptar que el sector no se podrá garantizar sin la ayuda del Gobierno, y para ello expuso de forma concreta las propuestas para lograrlo.
Los sistemas silvopastoriles, aprovechar las oportunidades de la carne y quitarle a la ganadería de leche la amenaza del choque externo, fueron las propuestas formuladas, no como una parte de un discurso de ocasión, más bien con entusiasmo y seriedad.
“Sobre su escritorio se encuentra el ‘Plan de Acción para el mejoramiento de la productividad y rentabilidad de la ganadería colombiana, con enfoque regional, incluyente y de cadena’, con metas, coberturas, acciones y presupuestos para los próximos cuatro años”, detalló Lafaurie.
El discurso finalizó entre aplausos, que resonaron con más fuerza cuando se dijo que la paz no se negocia, se construye entre los colombianos que la anhelan.
