Desde comienzos del siglo anterior, el mundo empresarial debate sobre su papel en la sociedad y responsabilidad frente a la misma; discusión a la cual no ha sido ajeno el Grupo DAABON, partiendo de la claridad que el desarrollo empresarial debe ser también posibilidad de crecimiento para la gente que, de una u otra forma, hace posible que el esfuerzo empresarial se cristalice.
Con base en ese principio, uno de los programas bandera del Grupo ha sido la inclusión de más de 200 familias campesinas a la cadena de la palma de aceite, en los municipios de El Retén, Aracataca y Fundación en el departamento del Magdalena; Rioviejo y Arenal sur en el Magdalena. Esto permitió que una gran población dedicada a cultivos desestimulados por la economía nacional pudiese acceder a los beneficios de un renglón económico promisorio, en cuyo gremio se hacen importantes esfuerzos, tanto por elevar la productividad como por alcanzar destacados estándares de responsabilidad social y ambiental.
Hoy, con sano orgullo, una de nuestras empresas, C.I. TEQUENDAMA S.A.S., dedicada a 
la producción y transformación del aceite de palma presenta a la región y al país, el único caso en América Latina en que una empresa palmera y un grupo importante de sus proveedores – en un área que suma más de 1.700 hectáreas- reciben la certificación de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible – R.S.P.O -, un referencial exclusivo del sector palmero y uno de los más exhaustivos al momento de evaluar las condiciones sociales, socio-laborales y ambientales en las que se desarrolla la palmicultura.
Enmarcada en la misma propuesta de propiciar el desarrollo humano de los actores sociales involucrados en el quehacer de nuestras empresas, DAABON ha asumido la reinserción productiva como la línea de trabajo eje del Programa de Gestión social, con proyectos “piloto” tanto entre las familias de los trabajadores agrícolas, como en las comunidades vecinas a nuestras áreas de producción.
En 2012, más de 80 personas participaron en el desarrollo de procesos de formación empresarial y la práctica de distintos oficios, en los municipios de El Copey (Cesar), Algarrobo, Fundación, Aracataca y El Retén (Magdalena).
En Santa Marta, se ha hecho alianza con el programa SEMPRENDE para implementar la metodología de generar emprendimientos en familias habitantes de las áreas de influencia de las unidades de producción agroindustrial.
No obstante los anteriores esfuerzos, sabemos que el empresarismo es una cultura que empieza a formarse en los años escolares, por eso hemos asumido la tarea de acompañar procesos de implementar el programa de emprendimiento como énfasis de instituciones educativa de Aracataca y la capital del Departamento. La idea es que, desde los grados de pre-escolar y primaria, el niño tenga la posibilidad de explorar y desarrollar su capacidad emprendedora y que en este proceso, se aborden principios y valores como la lealtad, la honestidad, el diálogo y la resolución de conflictos
Nos resulta importante anotar que en este esfuerzo hemos tenido el apoyo y acompañamiento de la Caja de Compensación Familiar CAJAMAG, la Corporación ACTUAR Famiempresas Atlántico y el proyecto SEMPRENDE de la Alcaldía Distrital y la Cámara de Comercio de Santa Marta; logrando, además, la esencial articulación con los objetivos de desarrollo que se ha impuesto la región.
