Colombia completó un trayecto intachable por la fase de grupos, sumó un nuevo triunfo en Cuiabá y echó del Mundial a Japón, incapaz de cumplir la primera de las premisas, su triunfo, para optar a la clasificación.
El equipo colombiano sigue de fiesta. Vive un sueño en el Mundial, donde pretende superar todos sus registros históricos. Tiene ante sí el reto mayor. Atravesar los octavos de final, algo que jamás ha conseguido. En el Maracaná, ante Uruguay pretende ahora agigantar su leyenda.
La superioridad colombiana ante Japón acabó por convertir el Arena Pantanal en un carnaval, incluso, dio oportunidad a que saliera al campo el portero suplente, Faryd Mondragón, para convertirse en el jugador con mayor edad, 43 años, que juega un Mundial. Dejó atrás al camerunés Roger Milla otrora verdugo de Colombia.
Jose Peckerman para el duelo ante el cuadro nipón realizó ocho cambios en su once inicial en relación a los otros dos encuentros, solo el lateral izquierdo Pablo Armero, el centrocampista Juan Cuadrado y el cancerbero David Ospina, mantuvieron su sitio.
Alberto Zaccheroni, técnico del equipo nipón, recurrió al delantero del Manchester United, Shinji Kagawa y también dio entrada en el centro del campo a Toshiniro Aoyama.
El técnico de Colombia tenía previsto una salida en tromba de su rival, no le quedaba otro recurso a Japón, al que solo le servía la victoria y esperar que el marcador del choque entre Grecia y Costa de Marfil le beneficiase.
Como el mejor de los estrategas, Peckerman plantó el equipo afianzado atrás, con las líneas juntas a la espera de cualquier error japonés para aprovechar la velocidad de Adrián Ramos y Jackson Martínez y este planteamiento le dio sus frutos cuando la defensa nipona le comete falta dentro del área a Adrián Ramos, penalti que Juan Guillermo Cuadrado se encargó de transformarlo en gol 1-0 adelante Colombia.
El panorama no cambió. Japón se agitó cargó con furia y al final en la última jugada de la primera parte llegó el empate.
Peckerman tras el descanso envió al campo a James Rodríguez y Carlos Carbonero en lugar de Juan Quintero y Juan Guillermo Cuadrado y Colombia afrontó de otra forma el partido, con mayor presión, con más intensidad y en una jugada hilvanada en el área Jackson Martínez, batió a Elji Kawjasima. Fue un desahogo para el atacante del Oporto, errático hasta ese momento.
Japón intentó reaccionar. Buscó las bandas. El lateral del Schalke Atsuto Uchida se vinculó más al ataque donde el equipo nipón buscaba emparejar las acciones cercando a Colombia, pero, la capacidad del técnico se reflejó en la cancha cuando con salidas claras como la que culminó otra vez Jackson Martínez y de nuevo a pase de James Rodríguez, que hizo el cuarto y último para redondear la fiesta al completar con clase una acción personal.
