Ángel Jwikamey Torres Villafaña nació en Donachwi y se crió desde los 11 años en Gúnmaku, ambos pueblos Arhuacos asentados en la Sierra Nevada de Santa Marta. Pero desde octavo grado de bachillerato viajaba hasta el corregimiento de Minca rumbo al colegio donde aprendió inglés y español, idiomas que al igual que su lengua nativa domina con facilidad a sus 25 años.
Jwikamey, como prefiere que le llamen, es estudiante de séptimo semestre del Programa de Negocios Internacionales de la Universidad del Magdalena y retornó a la presencialidad con el deseo de fortalecer sus habilidades lingüísticas para tener una visión global y dar a conocer internacionalmente los productos, la historia y el mensaje de la cultura Arhuaca.
“Cuando termine mis estudios en la Universidad, yo espero trabajar con la gente de diferentes países y darle los productos de la Sierra, especialmente de la gente indígena, como mochilas o productos que podemos comer (…) quiero ayudar la gente de allá y mejorar mis relaciones como persona”, aseguró el joven arhuaco.
En Minca estudió en un colegio donde también vivía hasta graduarse de bachillerato. Allí interactuaba con docentes estadounidenses y con habitantes de esa población de la Sierra que hablan castellano. El socializar con ellos le dio el conocimiento y el aprendizaje de dos nuevos idiomas, que hoy asegura que sigue estudiando, a través de su programa académico en la Alma Mater, para mejorar sus habilidades.
Explorar otras culturas es una de las cosas que más disfruta, de hecho, actualmente sus inclinaciones de lectura son hacia obras escritas en inglés y español, pero manteniendo siempre la comunicación con los suyos a través de su propia lengua. Sus lugares favoritos en la Universidad son las aulas de clase y la Biblioteca, lugar al que siempre se dirige, cuando termina sus actividades académicas, para estudiar o avanzar en la escritura de relatos que elabora.
“Veo la necesidad de salir adelante y de ampliar mi conocimiento mediante la herramienta que ofrece este mundo distinto del mundo de dónde vengo”, indicó el estudiante.
Para Torres Villafaña, dominar dos idiomas y su lengua materna le permite mejorar sus relaciones, su comunicación y ahora conoce más sobre diferentes culturas. Asimismo, desea que aumente el número de personas que se dediquen a aprender su lenguaje.
“Al hablar otros idiomas las personas nos pueden entender. Soy Arhuaco, hablo muchos idiomas, muchas personas del país y de diferentes países no conocen mi idioma, y creo que es una obligación el estudiar diferentes lenguajes”, señaló.
Su padre es agricultor y líder de su comunidad y su madre es profesora de niños. En Santa Marta vive en una Casa estudiantil indígena de la Organización Cabildo Arhuaco del Magdalena junto a 13 jóvenes, algunos estudian en esta Institución y otros se preparan para ingresar, siendo el mayor de todos, Ángel Jwikamey se reúne constantemente con ellos para compartir sueños y metas a futuro.
Guiada por sus políticas de inclusión, actualmente, esta Casa de Estudios Superiores financia el 90% de los estudios de Jwikamey por el Cupo Especial Indígena, del cual también se benefician otros 160 estudiantes activos de la Universidad. A su vez, es beneficiario del Programa de Almuerzos y Refrigerios gratuitos.
“Para los estudiantes indígenas, además de su exoneración y el cupo directo para los cuatro pueblos originarios de la Sierra Nevada, reconocemos el español como segunda lengua dado al esfuerzo que hacen, pero también los incentivamos a aprender otros idiomas, a ser parte de los procesos de movilidad, y a hacer programas de maestría y doctorado gracias a la Beca Sierra Nevada”, indicó el Doctor Pablo Vera Salazar, Rector de UNIMAGDALENA.
Hoy en día, la Universidad del Magdalena, también tiene suscrito un convenio marco de cooperación con el Cabildo Arhuaco del Magdalena y Guajira Sierra Nevada, el cual tiene como fin aunar esfuerzos, recursos técnicos, administrativos y económicos, para la consolidación y ejecución de acciones conjuntas y complementarias, conducentes a la realización de proyectos sociales, culturales y de investigación.
“Estamos en una alianza muy fuerte con las comunidades Arhuacas, por ejemplo, para proteger la mochila Arhuaca y poder sacar la denominación de origen artesanal, para que las mujeres que las tejen reciban el valor de estos productos; para que el café de los indígenas sea exportado a mercados internacionales; para que el cacao, las artesanías y todos los productos que se generan en la Sierra Nevada tengan el desarrollo posible que requieren sus comunidades”, añadió el Rector.
¡UNIMAGDALENA está comprometida con el plurilingüismo!
Del mismo modo, la Alma Mater recientemente creó su Centro de Plurilingüismo, en cumplimiento del propósito institucional ‘Universidad comprometida con la calidad’ enmarcado en el Plan de Desarrollo UNIMAGDALENA Comprometida 2020 –2030, que permitirá el reconocimiento de esta Casa de Estudios Superiores como una Institución pluricultural y plurilingüe reconocida nacional e internacionalmente por la promoción, enseñanza y certificación en lenguas indígenas, lenguaje de señas, y en otras lenguas.
La apuesta por la formación en plurilingüismo también implica atraer extranjeros a aprender las lenguas indígenas y el español, para generar un diálogo entre culturas.
Precisamente, además del Arhuaco, Inglés y Español, Jwikamey decidió iniciar a estudiar Francés a través de su Programa de Negocios Internacionales y tomando cursos en internet. El joven indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta continúa sus estudios en la Universidad del Magdalena con el sueño latente de graduarse como profesional y trabajar en diferentes países para llevar los productos tradicionales del macizo montañoso, como una forma de exaltar su cultura y apoyar a su pueblo.