El 6 de julio de este 2021, Tasajera, se vistió de “blanco y negro”, para conmemorar el primer año de la tragedia, que se vivió en plena pandemia, cuando fallecieron calcinados 45 personas y otros, que sufrieron quemaduras de primer y segundo grado sobrevivieron y hoy aunque sanos, aún se despiertan en la madrugada con las pesadillas y el recuerdo de los gritos y el llanto desesperado de quienes entre llamas, se arrastraban en la carretera, y pedían ayuda, luego de que se incendiara un camión cisterna, que transportaba gasolina de Barranquilla hacía Santa Marta.
Esa infortunada fecha, quedó grabada en la memoria de los 29 sobrevivientes y demás dolientes del pueblo de pescadores, en donde cada familia sufrió la pérdida de un hijo, un hermano, los padres, primos o vecinos. Es así que al cumplirse el 1er aniversario, nadie se quedó en casa. Muchos acordaron asistir a un oficio religioso, en el kilómetro 47, en donde ocurrieron los hechos y otros, se congregaron, en la cancha de futbol, frente a la Iglesia católica, respondiendo a una convocatoria, del alcalde de Puebloviejo, quien anunció, conmemorar el 1er aniversario de la tragedia.
dolientes del pueblo
Administración Municipal, Solidaria
El Mandatario municipal, Fabián Obispo Borja, acompañado de su esposa, la gestora social, y funcionarios de la Alcaldía, invitó a un pastor cristiano y a un seminarista de la iglesia católica, quienes dirigieron unas palabras de aliento y consuelo, recordándole a las viudas, a los huérfanos y demás familiares de los fallecidos, que “la muerte, no es el fin, sino el nacimiento a una verdadera vida y que todos, venimos a este mundo, de paso, para luego, pasar a una vida mejor.
El alcalde Fabián Obispo, quien, en nombre de la comunidad, rindió un sentido homenaje a las víctimas de la tragedia y a sus familiares, pidiendo un minuto de silencio, se presentó un video, en el que varios familiares se consolaron, recordando a su seres queridos a través de anécdotas que refirieron o de fotografías que mostraron, conmoviendo los corazones y humedeciendo los ojos, de los asistentes que se abrazaron y algunos desconsolados, rompieron en llanto.
Seguidamente, intervino el Burgomaestre muy compungido, señalando que el 2020, fue un tiempo de adversidades, la pandemia no solo trajo muerte, sino hambre, y desespero que motivó a los habitantes del corregimiento a buscar solución para llevar el sustento a la familia sin saber, que lo que lo que encontrarían, sería la mala hora.
“Algunos creerán que estamos en deuda con los dolientes, y sí es cierto, pero no porque queramos, sino porque las circunstancias, no lo han permitido ya que todo lo malo se juntó.
Sin embargo, hemos buscado proyectos, para ayudar a las viudas, los sobrevivientes y demás familiares de los fallecidos. Hasta el momento hemos entregado 77 unidades productivas, para generar ingresos y 50 becas para que viudas, madres e hijas de los fallecidos puedan capacitarse como auxiliar de farmacia. Los profesores viajarán hasta el corregimiento para que ellas no tengan que gastar en transporte y, además, luego de que se gradúen, la misma administración municipal golpeará puertas en las empresas, para que sean contratadas.
Obispo Borja, también señaló que el municipio de Puebloviejo no cuenta con los recursos necesarios, para entregar por ejemplo, soluciones de viviendas digna, que sería una gran ayuda, por lo tanto, hace un llamado al Gobierno Central, para que eche una mirada solidaria a las víctimas de la tragedia, para aminorarles, las dificultades cotidianas, que genera la falta de oportunidades, en un corregimiento, cuyos ingresos provienen de la pesca.
