El gobierno del presidente Santos, viene adelantando un proceso de paz con el grupo insurgente, quizás, el más significativo que existe en tierras colombianas desde hace casi un siglo, pero a medida que se dice, por parte del gobierno, que la paz o la intención de celebrar un trato que conduzca a la paz, se firmará en el mes de marzo del presente año, las acciones delictivas y terroristas de los farianos demuestran una cosa muy diferente y es que el grupo alzado en armas denominado, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia EP, a pesar de sus afirmaciones en
la Habana, que manifiestan no ser narco-guerrilleros, que no poseen dinero alguno en cuentas bancarias del exterior, que no están realizando actividades delincuenciales, los hechos que a diario conocemos, señalan todo lo contrario y es que da la impresión que cada día que termina en la mesa de ‘negociaciones’ los avances en su favor son más y más palpables. Nos da la impresión, que el gobierno del doctor Santos cada vez más, cede brindando más garantías a quienes por décadas, han causado destrozos a la economía del país, han causado pena y dolor a las familias colombianas, a las que les han asesinado cualquier cantidad de sus miembros, han arrasado con el campo, sembrado minas anti-personas, han asesinado y los mejor librados, viven con uno o más miembros mutilados por esa alevosa manera de proceder.
Como la liberación humanitaria de los 16 exguerrilleros indultados por el gobierno de Santos, después que las FARC denunciara los múltiples obstáculos y retrasos para cumplir con esta acción que representaba un gesto de paz por parte del gobierno, cuatro de los liberados fueron enviados a la Habana para participar en la negociación.
Si llegada la fecha estipulada y se procediera a firmar el documento, porque hay que firmarlo a toda costa, según el presidente colombiano, no sería raro que la comisión conformada por los jefes guerrilleros, se retractaran y solicitaran al gobierno más y más garantías.
Aunque se señalan unas posibles condiciones para ubicar a los desmovilizados, creemos que el actual gobierno no sabe dónde ni como resolverá el problema de más de 15 mil 700 efectivos de las FARC, que sumados los 6 mil ‘colados’ atraídos por los cantos de sirena que anuncian que habrá soluciones económicas para su resocialización se unirán a los posibles desmovilizados.
Pero la Nación está presupuestalmente preparado para cumplirle a los desmovilizados? o ahí, es donde entrará el gobierno a manejar los recursos obtenidos por la venta de ISAGEN? porque no conocemos de donde se “echará mano” para solventar los ‘planes y programas’ para quienes se desmovilicen y queden libres. Pero, aquí no termina esta tragicomedia, porque el otro grupo de insurgentes denominado ELN, estará a la expectativa y podrá sentarse a negociar, pero de las experiencias que conozcan de lo aceptado a las FARC, ellos expondrán sus condiciones, no nos olvidemos que este grupo tiene regiones donde solamente, ellos gobiernan como la región del Catatumbo, región por demás altamente productiva en agricultura y ganadería que podríamos decir que es uno de sus territorios, donde para transitar o realizar alguna actividad se debe contar con la autorización de ellos, pues aunque su líder el llamado MEGATEO cayó abatido, inmediatamente asumió un sucesor, y estos tienen secuestrados y continúan realizando actividades bélicas y se dice que si se acogen a la desmovilización y dejación de las armas serán alrededor de 35 mil o más desmovilizados de los dos grupos, los alcaldes de los municipios del Magdalena han sido convocados y el gobierno les está exigiendo que se preparen para el pos-conflicto, y preguntamos, ¿conque recursos? Si los presupuestos de estos municipios, la mayoría de 6ª categoría, son exiguos y no alcanzan para su propio desarrollo, entonces ¿Cómo harán? Así… que lejos, vemos la Paz!.
