Actualmente el territorio reconocido a esta comunidad por medio de títulos del Incoder, es de apenas 300 hectáreas entre los cinco asentamientos.Luego de concluir la caracterización de las afectaciones territoriales del pueblo EtteEnnaka, la Unidad de Restitución de Tierras (URT) Territorial Magdalena, ha decidido realizar la inscripción de esta comunidad en el Registro de Tierras Despojadas y Abandonadas, procediendo a formular la solicitud de restitución de derechos territoriales según lo dispuesto en el Decreto Ley 4633 de 2011, la cual se presentará oficialmente este martes 21 de julio de 2015.
La afectación a estas comunidades se enmarca principalmente dentro de la incursión de grupos paramilitares entre 1995 y 2005, quienes llevaron al confinamiento del pueblo Ette en los asentamientos IssaOristunna, EtteButteriya e IttiTakke, y al desplazamiento forzado de muchas familias que dio lugar a la conformación de los asentamientos de NaaraKajmanta y Diwana.
Durante más de nueve años, el territorio de los EtteEnnaka se convirtió en una cárcel debido a la presencia del Bloque Norte de las autodefensas liderados por Jorge 40, quien les prohibía realizar sus ceremonias, hablar en su propia lengua, restringió drásticamente las entradas y salidas del resguardo y asesinó a más de 30 miembros de la etnia.
En el marco del proceso de restitución de derechos territoriales y como finalización de la etapa administrativa dentro de la cual la Unidad de Restitución de Tierras, (URT) Territorial Magdalena, ha recabado información sobre las afectaciones derivadas del conflicto sufrida por el pueblo EtteEnnaka con presencia en el departamento de Magdalena y Cesar, valorando la situación de dicho pueblo indígena y dentro de lo dispuesto por la normatividad vigente,se ha considerado que dichas afectaciones, se traducen en un daño sufrido con ocasión al conflicto armado interno que ha afectado el disfrute de los derechos territoriales del pueblo.
La jornada que se desarrollará este martes 21, tiene como objeto inicial, reconocer las afectaciones sufridas por el Pueblo EtteEnnaka (Chimila) a causa del conflicto armado interno, pero además visibilizar el pueblo indígena y la labor desarrollada por el mismo, al permitir llevar a cabo el diagnóstico del daño, la ubicación de los mismos en la línea de tiempo, la focalización de sus territorios y comunidades, así como la interpretación de lo que dichas afectaciones, representan en la cosmovisión, en la cultura, en sus tradiciones y en la vida misma de estas comunidades.
La mayor problemática que enfrenta el pueblo EtteEnnaka en la actualidad es la carencia de control de su territorio ancestral y la insuficiencia de tierras para el desarrollo de prácticas productivas y rituales, que aseguren la pervivencia física y cultural del pueblo. El hecho de que el resguardo se encuentre dividido en dos áreas, se convierte en una barrera para el fortalecimiento organizativo y el control territorial. Igualmente, las fincas ganaderas que rodean al resguardo representan una grave afectación a la flora y la fauna nativa, lo que a su vez afecta la consecución de materia prima necesaria para la reproducción de la cultural material e inmaterial.
Estas afectaciones se traducen en un daño directo a esta población y sus derechos territoriales entre otros ligados al conflicto, de gran importancia si se tiene en cuenta la fragilidad y la condición de vulnerabilidad que por situaciones subyacentesy ligadas al conflicto, continúan afectando al puebloEtteEnnaka en la actualidad.
Esta jornada se llevará a cabo el día martes 21 de julio del presente año en la sede de Santa Marta de la URT Territorial Magdalena, en la Calle 27 No. 2B-35 Barrio El Prado y dará inicio a partir de las 9:00 a.m. a 11:00 a.m. para luego continuar con una ceremonia tradicional por parte de los representantes del pueblo EtteEnnaka presentes, desde las 11:00 a.m. hasta las 12:00 p.m., para finalizar con la presentación formal de la solicitud de restitución de derechos territoriales ante los jueces especiales de restitución de tierras.
ANCESTRALIDAD
Tradicionalmente han sido conocidos como Chimilas, sin embargo para esta comunidad, este término es despectivo, porque para ellos, EtteEnnakasignifica “gente verdadera” en su lengua. A los otros pueblos indígenas de América los denominan Etteejkongrate, o “la otra gente”, y a las personas con ascendencia no indígenas los conocen como Waacha. Para este pueblo, los Ette y los Waacha representan una bifurcación del género humano que presentan profundas diferencias entre sí.
El pueblo EtteEnnaka se concentra en el departamento de Magdalena, en donde habita el 63,9% de la población. Le sigue La Guajira con el 20,0% (322 personas) y Cesar con el 2,9% (47 personas). Estos tres departamentos concentran el 86,7% poblacional de este pueblo. Los EtteEnnaka representan el 0,12% de la población indígena de Colombia.
EL EQUIPO
Para la realización de la caracterización se retomaron trabajos y documentos realizados y validados por los EtteEnnaka, tales como el Plan Vida, el Proyecto Etnoeducativo, el Plan Salvaguarda, y las memorias y documentos realizados por el Pueblo EtteEnnaka con el Consejo Noruego para lo
s Refugiados. Los gestores indígenas fueron delegados por las comunidades y tuvieron como función dinamizar las actividades realizadas en los territorios, así como transmitir información relevante al equipo interdisciplinario. Debido a la importancia del uso del EtteTaara, no solo como medio instrumental para facilitar la comunicación, sino como forma de relevar el mandato constitucional de oficialidad de las lenguas indígenas en los territorios, se nombró un traductor para todo el proceso.
Los interlocutores Ette, quienes relataron sus historias y sus reflexiones, cumplieron un rol trasversal ya que facilitaron la traducción lingüística y cultural de conceptos permitiendo a partir de ello una relación intercultural en la cual se reconoció la diferencia como eje de diálogo.
