Integrantes del Consejo de Seguridad, presidido por el gobernador Luis Miguel Cotes y el alcalde Luis Molinares.El consejo de seguridad, reunido el fin de semana en el municipio Zona Bananera determinó judicializar a los promotores de la asonada en la que fueron atacados por la turba los agentes de la policía y la casa del alcalde de esa localidad Luis Molinares.
En la reunión, que fue presidida por el gobernador Luis Miguel Cotes Habeych y que contó con la presencia del secretario del Interior departamental Eduardo Arteta, al igual que el alcalde Luis Molinares, y los jefes de Policía, Ejército, CTI, Fiscalía y Gaula; se adoptaron varias medidas encaminadas a contrarrestar la delincuencia que ha venido haciendo carrera en este municipio del departamento, producto del microtráfico y el consumo de drogas alucinógenas por parte de los jóvenes.
La reunión, permitió determinar que la asonada estuvo encabezada por algunos jóvenes en estado de alicoramiento y bajo los efectos de la droga, la mayoría de los cuales ya se encuentran identificados y se procederá a su judicialización. Se dijo que los revoltosos incendiaron tres motos de la policía y causaron destrozos a la casa del alcalde, la cual también intentaron incendiar.
Se acordó por parte del Ejército reforzar el esquema de seguridad en el municipio y en conjunto con la Policía intensificar los operativos de control y vigilancia tanto en el área urbana como rural del municipio.
La administración departamental asumirá el arreglo de las tres motocicleta de la policía averiadas; mientras que la Policía procederá al arreglo de una de las patrullas que se en encuentran fuera de servicio.
El CTI por su parte, con el apoyo de la Fiscalía continuará las investigaciones para la judicialización de los responsables de la asonada, mientras que la Policía se comprometió a realizar operativos que permitan combatir la venta y consumo de drogas alucinógenas, lo cual ha ido proliferando en el municipio.
La Policía también se comprometió a poner en marcha campañas de prevención en los colegios con el fin que los jóvenes sigan siendo presa fácil de los vendedores de alucinógenos.
