El Grupo Daabon, empresa colombiana con presencia en 4 continentes y líder en los sectores agroindustrial, agrícola, portuario y logístico, recibió la certificación Regenerative Organic Certified® (ROCTM) a su filial C.I. Tequendama por su compromiso con la sostenibilidad ambiental a través de la implementación de la agricultura orgánica regenerativa. Esta es una suma de prácticas sostenibles enfocadas en el cuidado del ecosistema agrícola de manera integral por medio de acciones como la rehabilitación del suelo, el respeto por el bienestar animal y una mejor calidad de vida para los trabajadores y sus familias.
Creada en 2017, ROCTM es una nueva certificación para alimentos, fibras e ingredientes que representa el estándar más alto para la agricultura orgánica en el mundo. En el caso del Grupo Daabon, la certificadora determinó que las plantaciones de C.I. Tequendama cumplen con los tres pilares de ROCTM: suelo sano, animales sanos y personas sanas, siendo la primera plantación de cultivo de palma de aceite en Colombia y América Latina en recibir esta certificación.
Para Manuel Julián Dávila Abondano, presidente del Grupo Daabon, “es un orgullo demostrar que la producción de palma orgánica regenerativa es posible. Colombia hoy es ejemplo ante el mundo, por eso confiamos en seguir llevando prácticas responsables a otros continentes, destacando que la protección del campo también va de la mano con el fortalecimiento de la industrialización y la dinamización de la economía.
También, queremos ampliar la certificación ROCTM de manera transversal a las demás empresas del Grupo”.
Por su parte, Elizabeth Whitlow, directora ejecutiva de Regenerative Organic Alliance (ROA), manifestó que “Daabon ha demostrado su alineación con los objetivos de ROA, dirigidos a crear un futuro próspero a través de la agricultura orgánica regenerativa. Además, al obtener el estatus de nivel GOLD de la certificación más ambiciosa del mundo, Daabon ratifica su dedicación con estos principios”.
Para el Grupo Daabon, es un orgullo continuar conquistando mercados internacionales gracias a los productos orgánicos y sostenibles que se cosechan en Santa Marta y llegan a todo el mundo, posicionando a Colombia como uno de los principales referentes ambientales a nivel mundial y evocando el orgullo samario que invita a valorar tanto al campo como a sus agricultores.
