‘Tiempo, espacio y memoria’ es la exposición que recorre los trazos del Maestro David Manzur, donde cada obra con identidad, sentir y trazos representa la esencia del arte figurativo que caracteriza al artista colombiano.
La exhibición, se inaugura este miércoles con ingreso gratuito desde las 7 de la noche, en la sala Alejandro Obregón del Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo-Quinta de San Pedro Alejandrino.
Como apoyo a la exhibición se ofrece una visita guiada el jueves 16 de febrero a las 3 de la tarde, donde el Curador, Hubert Guardiola hará un recorrido por la muestra, con ingreso gratuito.
Cerca de 33 obras reúnen esta exposición, que cuenta con el acompañamiento del Museo del Tolima y Duque Arango Galería. Cada obra de Manzur es la expresión de realidades desde lo formal y lo temático hasta lo conceptual y lo emocional, rigurosamente planteados en atmósferas de intimismos insospechados, en situaciones de significados, significantes, donde forma y espacio se complementan en sustancia artística bajo la solidez del claroscuro que generalmente sumerge la superficie de la obra en cierta onda tenebrista, reforzada por la fuerza de la línea y la contundencia de los volúmenes virtuales sobre el plano.
La expresión plástico-estética de su trabajo de arte pareciera ser sencilla, puede serlo a un simple análisis de sus valores, pero la profundidad de la propuesta infiere no alienables principios creadores de la verdadera obra de arte, aquella que está creada para estar vigente en todos los tiempos.
David Manzur, viajero impenitente, tiene una vida que contar, extensa en edad y en experiencias cargadas de aventuras y peripecias existenciales de encuentros y desencuentros, de contradicciones y certezas, pero donde no ha habido dudas ha sido en la seguridad profesional y personal para realizar una obra estrechamente ligada a su propio ser. Pintor, grabador, dibujante, interesado en varias disciplinas artísticas y no artísticas: el teatro, la música, la historia del arte y la civilización, la fotografía, la literatura e inclusive la religión.
Pertenece David Manzur a la estirpe de los grandes pintores figurativos de Colombia. Junto a ellos inicia un período histórico continuo de características telúricas en sentido planetario, sin que esto deba interpretarse como realismo primigenio de la tierra y el cosmos locales. Sin actualismos foráneos, siguiendo solo sus instintos de creador, se acerca más a conceptualismos contemporáneos de prodigiosa carga humanista que alcanza trascendencia clásica.
Al manejar diestramente los varios lenguajes visuales registrados en la historia de importantes momentos de la creación artística universal, con minuciosa arqueología, ha creado una narrativa de territorios figurativos únicos y propios, de profundos significados, llegando a veces a planteamientos temáticos de orden metafísico.