El Consejo Superior de la Universidad del Magdalena como máximo órgano de Dirección y Gobierno de la Institución, ante los hechos violentos ocurridos el 24 de septiembre en los que fue asesinada la joven estudiante de primer semestre de Licenciatura en Preescolar SILENA PEÑA CANTILLO y resultó herido de gravedad el estudiante de primer semestre del Programa de Licenciatura en Ciencias Básicas con énfasis en informática ESTIVEN ENSUNCHO MEJÍA, se permite comunicar lo siguiente:
Expresar nuestras más sentidas condolencias a los familiares y amigos de SILENA PEÑA CANTILLO por esta sensible pérdida que enluta a nuestra Alma Máter e invitar a estudiantes, docentes, egresados y funcionarios a unirse en oración por la recuperación del joven ESTIVEN ENSUNCHO MEJÍA.
Rechazar todo acto o forma de violencia que atente contra la vida e integridad de los estudiantes, docentes, egresados, funcionarios y ciudadanía en general.
Respaldar la movilización ciudadana convocada para el viernes 26 de los corrientes, convocada por líderes y representantes estudiantiles.
Hacer un llamado a las autoridades civiles y militares, para que reaccionemos de manera decidida en contra de este tipo de acciones criminales y se tomen las medidas necesarias para prevenir hechos lamentables como estos.
Solicitar a las autoridades competentes adelantar las acciones que conlleven a esclarecer las causas de este crimen repudiable y que conduzcan con la captura y judicialización de sus autores.
COMUNICADO DE LOS DOCENTES
Cuando el sueño es la víctima.
La representación profesoral de la Universidad del Magdalena rechaza categóricamente el execrable atentado criminal contra la vida y los sueños de los estudiantes SILENA PEÑA CANTILLO y ESTIVEN ENSUNCHO MEJIA. Ellos fueron los sacrificados, pero la sociedad es la víctima.
Nos solidarizamos con sus familias, quienes depositaron su confianza en la Universidad del Magdalena y dieron a sus hijos la oportunidad de iniciar su formación profesional en Santa Marta. A ellos y sus allegados, nuestro abrazo fraterno.
A la sociedad magdalenense, a las autoridades, a los responsables de la seguridad e impartir justicia, solicitamos la defensa de la vida y dignidad de nuestros jóvenes estudiantes, que se esclarezca los sucedido y se castigue a los culpables.
No podemos permitir que se apaguen sus sueños! Qué cesen los crímenes! Que animen y apoyen a quienes creen en una sociedad más educada, más desarrollada inspirada en la creatividad y el conocimiento. Los estudiantes universitarios no quieren balas asesinas, anhelan oportunidades. No quieren atracos, esperan solidaridad y compromiso de la sociedad para construir sus sueños. Sus libros y computadores portátiles no son chalecos antibalas, constituyen el instrumento para el cultivo de una sociedad más justa y civilizada.
Los profesores de la Universidad del Magdalena expresamos nuestra indignación y exigimos respeto a la vida de todos los que forman parte de esta familia.