El próximo 25 de mayo el pueblo colombiano acudirá a las urnas, para decidir por el futuro del país, pero, aunque parezca cierto, la afluencia a los puestos de votación no será masiva, pues ha hecho carrera en el sentir de los electores, una especie de virus, sí, un virus que la gran mayoría atesora y aviva, inculcándoles a sus más cercanos amigos,el mal ejemplo de no acudir a las urnas a depositar el voto que lo convertirá en un verdadero ciudadano y crítico del gobierno,a poder controvertir, criticar y exigir el cumplimiento de normas, leyes y a hacerlas acatar por el gobernante que haya sido elegido por la REAL mayoría de los colombianos;
porque quien no deposita su voto o mejor, NO EJERZA el derecho que le da La Constitución de elegir y ser elegido, no tiene ningún derecho a exigir y como abstencionistas, crean un ambiente que gana adeptos, entre los que podríamos catalogar de ignorantes o insensibles, pues con el creer y lo dicen con desdén “para que voy a votar? Si son los mismos con las mismas?” y si analizamos las cifras, nos damos cuenta que el abstencionismo en este país puede elegir, sí, en el último debate electoral el abstencionismo alcanzo cifras superiores al 62% en algunas regiones y si el presidente es elegido con el 51%, los abstencionistas estarían en capacidad de elegir si se decidieran a modificar esa actitud vergonzosa y nada edificante, ya que un país democrático necesita del 100% de su fuerza electoral, para elegir bien y a quien mejor nos represente y nos gobierne, logrando a través proyectos que conduzcan a realizar grandes obras, que solucionen el déficit social y de equidad, por la que atraviesa las regiones, de nuestra querida Colombia.
Si los que ejercerán el derecho al voto, pero no les satisfacen los candidatos, podrán manifestar su inconformismo acudiendo a los sitios de votación y depositar su voto marcando la opción de voto en blanco y esta es una manera válida de mostrar su inconformismo.
Pero, los que aspiran y menos quienes no han desarrollado una socialización y capacitación para que se adquiera en nuestro país, la cultura de ejercer el derecho al voto para elegir y poder ser elegido.
Ahora bien, las candidaturas, nosparece, que están ocupando el espacio para cosas diferentes al programa que dice, realizará una vez llegue al solio presidencial, pero mientras se están sacando los trapitos al aire y con denuncias y señalamientos que dicho sea de paso, si se llegaron a dar por lo que exponen, son, si se quiere pensar ‘extemporáneos’, porque según lo que mencionan los medios, todo ocurrió en tiempo pasado; y entonces porque no se denunció en su momento? Ah porque Colombia es el país de “ceveye” y entonces eso o esa “mermelada”, anulan cualquier intento de crítica, denuncia que redundaría en contra de aquel que está sentado gobernando y repartiendo la famosa “pasta dulce” que puede empalagar o subir los niveles de azúcar convirtiéndonos en ‘DIABETICOS’ y sin poder ejercer nuestros derechos constitucionales, porque el mal nos ha invadido a tal punto, que por esa enfermedad perdemos nuestra voluntad.
Creemos que debemos volver a lo de antes, una sola fecha para elegir alcaldes, concejales, diputados, gobernadores, representantes, senadores y presidente y además consideramos que sería una elección con menos costo y no con tanta ‘mermelada’ que por ser tan dulce, trae es mucha cucaracha.