Este segundo semestre de 2023 la Fundación Colombia Ganadera, FUNDAGÁN, expresión social de la ganadería colombiana, reanudará su gran campaña contra la pobreza en el sector rural conocida con el nombre Una Vaca por la Paz. La cita será el martes 21 de noviembre a las 7:30 de la noche en el Club El Nogal de Bogotá.
A este evento social se vincularán reconocidos chefs, empresarios, dirigentes y ganaderos de todo el país que ven en esta iniciativa una manera de contrarrestar la extrema pobreza que viven los habitantes de las zonas rurales del territorio colombiano.
FUNDAGÁN ha realizado esta campaña en diversas oportunidades y ha logrado entregar en donación 3500 vacas preñadas a los campesinos del país -específicamente a víctimas de la violencia y madres cabeza de hogar- como una forma de generar una actividad productiva que les permita comenzar y crecer en una actividad económica permanente como es la producción ganadera a través de la vaca preñada donada.
“Una Vaca por la Paz, que nació en 2010 es un programa emblemático de FUNDAGÁN que expresa, de manera especial, el principio de solidaridad del gremio ganadero hacia los pequeños productores y poblaciones campesinas pobres”, manifestó Nataly Delgado, directora ejecutiva de FUNDAGÁN.
La Fundación Colombia Ganadera fue creada por la hoy senadora de la República, María Fernanda Cabal, quien hace 13 años se inspiró en Heifer International, una organización mundial que ha logrado muy buenos resultados apoyando comunidades vulnerables a nivel mundial.
Atención a la pobreza
“Ahora el programa Una Vaca por la Paz regresa movido nuevamente por una necesidad de gran atención, pues según el DANE (2021) 3’584.000 personas que equivalen al 31,1 % de la población rural en Colombia, se encuentran en pobreza multidimensional y, algo aun de mayor preocupación, ese porcentaje es 2,7 veces mayor en las zonas rurales que en las cabeceras municipales”, explicó Delgado.
Esto, en pocas palabras, demuestra el enorme abandono estatal y rezago histórico que presenta el sector rural frente al urbano, y, evidencia que el pobre del campo es más pobre por su menor acceso a servicios sociales y públicos, un acceso limitado a salud y educación, e incluso, porque cuenta con una menor recepción por parte de actos de filantropía y de la gestión de responsabilidad social de las organizaciones.
El programa Una Vaca por la Paz responde a esa sentida necesidad del país. “Volvemos a esta actividad de recolección de fondos y de vacas preñadas, para entregarlos a las familias pobres o pequeñas comunidades rurales organizadas de escasos recursos, dando especial atención a madres cabeza de familia, a víctimas de la violencia y también, de las afectadas por desastres naturales”, agregó la directora ejecutiva de FUNDAGÁN.
Efecto de multiplicación solidaria
Nataly Delgado explicó el efecto multiplicador del programa Una Vaca por la Paz: el beneficiario recibirá una vaca preñada, pero se compromete a entregar la primera cría a FUNDAGÁN para que sea donada a otras familias o comunidades en condiciones de pobreza similares, y así generar un efecto de solidaridad en cadena.
“El programa genera un efecto multiplicador al convertir al beneficiario en donante, porque recibir es fácil, pero aprender a dar fortalece la convivencia y construye tejido social. FUNDAGÁN, además de donar la vaca les ofrece a los beneficiarios asistencia técnica y acompañamiento que les permita garantizar la sostenibilidad de la actividad productiva de tal manera que su nueva actividad se convierta en una solución de vida”, anotó.
La directora ejecutiva de la Fundación manifestó que a partir de junio del presente año desde FUNDAGÁN iniciaron una serie de visitas y reuniones con diferentes organizaciones públicas, privadas e internacionales, con el fin de presentarles nuestro programa.
“Desde FUNDAGÁN extendemos nuestra invitación a todas las personas y organizaciones que a que formen parte de este programa en el segundo semestre de 2023 y entre todos hagamos una vacatón teniendo un acto de filantropía con aquellos que más lo necesitan”, concluyó.