Por: Abel Rivera García.
Efectivamente, no son 500 años que tiene nuestra ciudad de fundada; pero si son 498 años que se celebrarán el día 29 de julio de 2023, ya este fin de semana. Nuestra querida ciudad fue fundada en el año de 1525 por el conquistador español Rodrigo de Bastidas, por mandato real del emperador español Carlos I, como se le conocía en España, y en Alemania correspondía a Carlos V.
Los samarios siempre hemos creído que fue la primera ciudad fundada en tierra firme americana; lo cual no es un hecho cierto, pues basta consultar un poco la historia, o al menos la enciclopedia virtual de Wikipedia, para que sorprendidos sepamos que, de las que fueron fundadas y aún existen, es la tercera más antigua de América en tierra firme, precedida por las ciudades de Granada en Nicaragua (1524) y Cumana en Venezuela (1515), esta última es una ciudad del oriente venezolano, capital y sede de los poderes públicos del estado Sucre, atravesada por un río, el río Manzanares, con el mismo nombre del que cruza a la ciudad de Santa Marta.
De todas maneras, La Samaria, es la ciudad más antigua de Colombia y que para que cumpla los 500 años de fundada, faltan tan solo siete años, en el 2025. Ha transcurrido tanto tiempo, pero su desarrollo urbanístico, podemos decir que ha sido lento, lentísimo, por muchas razones de carácter sociopolítico; al punto de que a pesar de sus bienes naturales de una Sierra Nevada fuente de muchos ríos y quebradas, un mar azul y sus playas de impresionante belleza paisajística, una diversidad climática y de ecosistemas con potencialidades agropecuarias ilimitadas (paro de contar porque no terminaría nunca); no cuenta, siquiera con una cobertura de suministro de acueducto y disponibilidad de un buen alcantarillado, lo cual nos ha posicionado, no solo en estos últimos gobiernos, sino desde siempre, entre las ciudades con mayores problemas urbanos, tanto de infraestructuras de deficientes o inexistentes de servicios públicos básicos, altos índices de pobreza, delincuencia callejera, marginalidad, y ante todo de exclusión social, apatía ciudadana ante los problemas, desgobierno y de la gran plaga generatriz de las demás: la corrupción administrativa.
Bueno, pero el propósito de mi participación esta vez, es llamar la atención de los samarios y magdalenenses, respecto a ¿que se está haciendo por parte de los gobiernos del distrito de Santa Marta y del departamental, para conmemorar el cercano aniversario de los 500 años de la fundación de la ciudad? ¿Lograremos entender, que es una buena y viable oportunidad para obtener partidas extraordinarias del gobierno nacional que sirvan para realizar los proyectos y obras que requiere con urgencia nuestra querida ciudad? Algunos samarios inquietos y con samariedad, vale citar entre estos, al profesor Colón y el suscrito, han hecho el ejercicio de pensar en cuáles serían las prioridades de obras necesarias, e inclusive, durante la pasada campaña eleccionaria de congresistas, Colón trató, infructuosamente, de incentivar a los aspirantes al senado y cámara, para que incluyeran ese tema de la conmemoración, dentro de sus plataformas y programas políticos. ¡Vaya uno a saber cuáles son realmente las motivaciones de nuestros parlamentarios! ¡Ya sabemos!
Yo recuerdo cuando la conmemoración de los 450 años de Santa Marta, en el gobierno municipal de Vives Campo, con su iniciativa logro concitar políticos, gremios, ciudadanía, en búsqueda de recursos financieros para obras, no solo a los parlamentarios regionales, sino también costeños y del resto del país; y fueron grandes los recursos logrados con ello. En estos días estuve consultando por internet, y pude conocer que ya la ciudad de Cumana conmemoró los 500 años de fundación, y logró grandes inversiones, no solo del ejecutivo nacional de ese país, sino que percibió algunos millones de euros del gobierno de España, a pesar de que existían enfrentamientos diplomáticos entre esos dos países.
Para terminar, es mi pregunta: ¿Qué estamos haciendo los samarios y magdalenenses para garantizar la conmemoración de los 500 años de Santa Marta, con obras grandes y de urgente necesidad?