Llegamos a la recta final del 2021, víspera de la celebración de las Fiestas Navideñas, en donde las familias se congregan, como es la tradición, alrededor del pesebre para saludar a la familia de Nazaret y celebrar el nacimiento de Jesús o del Niño Dios, como solemos decirlo en el Caribe. Esa noche a manteles, con una cena especial, disfrutamos familiarmente, esta trascendental fecha, en donde se olvidan las penas, las preocupaciones y las tristezas. Aunque siempre hay un poco de nostalgia por los seres queridos que partieron al encuentro directo con Dios, pero la noche, la hacemos, realmente alegre. Los ánimos se elevan y el entusiasmo se complementa con el brindis, ya sea con vinos o con el trago que se consuma en la región.
El abuelo, el padre, la madre, los hijos, sus esposas y los maridos de las hijas mujeres y los hijos pequeños, que no dejan de corretear por toda la casa y esperan ansiosos, al Niño Dios, para que les traiga los regalos y de paso emocionan a los padres. Así mismo, empiezan las cábalas, para lo que será en el año venidero, que ya se avecina.
En Colombia, sin exagerar, la Navidad comienza a partir del 7 de diciembre, que para los católicos, es la celebración de la Inmaculada Concepción, de la Virgen María, pero que se conoce más, como la noche de las velitas. Y los días siguientes, todos parecen festivos, ya que los niños y jóvenes, les dan vacaciones en los colegios y universidades y los padres por lo general, también vacacionan en esta emblemática época, que finaliza el 6 de enero con la celebración de los Reyes Magos. Esto sin decir que algunos no se aguantan las ganas y empiezan a armar el arbolito en el mes de noviembre, para despertar la Navidad cuanto antes.
Pero el propio día de Navidad, es el 24, para amanecer 25 de diciembre, cuando termina la novena de la Familia de Nazaret. Esa noche, conocemos los planes de los hermanos y demás familiares, los planes de los jóvenes que viajarán a avanzar sus estudios en el exterior, los que empiezan a trabajar o cambian de empleo o preparan unión matrimonial. En fin, lo ideal de esa noche, es estar contentos en unión familiar. Para otros, quienes residen en lugares apartados de su familia, buscan la compañía de amigos y también se hacen al ambiente, en medio de las fotos, la música que suena y las conversaciones, por lo general son temas agradables, de recordaciones y como para refrescar un poco la memoria y no perder la costumbre, de mencionar en todas las conversaciones la situación política del país y a sus protagonistas, sobretodo, que en Colombia ahora, se avecinan las elecciones de parlamentarios y del Presidente de la República.
Y como este es un medio de comunicación regional, no podemos terminar este editorial, sin mencionar, lo que quisiéramos que el Niño Dios, nos regalara en estas navidades, para los próximos 4 años. Muchos colombianos, aun, no han escogido por cual candidatos votarán, unos dicen que tienen que escuchar o leer lo que ellos pretende hacer cada candidato, cuando gane las elecciones en sus cargos y ocupe su cargo. Algunos de los presentes en la reunión de familia, dicen que hay que cambiar la clase política que ha manejado por años y siglos al país; pero hay quienes piensan, que los que dicen cambiar, terminan haciendo lo mismo que los de siempre, y otros aseguran que todos tiene el mismo propósito, “llenar sus bolsillos” con el dineros que le pertenece al pueblo. Pero pasando por el corrillo de los mayores, pasa un jovencito y le dice a los tíos “No crean en nadie, todos son iguales, no hay alternativa; pero gocemos la noche, sin pensar en esos bandidos”… ¡Feliz Navidad¡