Flor Romero, escritora colombiana.Reflexiones orientales de los pensadores Confucio y Mencio, es el tema de debate del conversatorio ‘La sabiduría China’ de la escritora Flor Romero, quien compartirá su sensibilidad e investigación sobre el saber oriental.
La escritora, quien es coautora del libro ‘La Sabiduría del Dragón’, hará un conversatorio este jueves 30 de mayo a las 3 de la tarde en la sala Alejandro Obregón del Museo Bolivariano de la Quinta de San Pedro Alejandrino, sobre esta obra, con participación de docentes y estudiantes de universidades, colegios y escuelas de Santa Marta.
Este ensayo, ‘La Sabiduría del Dragón’, recoge máximas de los pensadores chinos Confucio y Mencio, lanzado recientemente en la Feria del Libro de Bogotá. Sus autores son los narradores Flor Romero y el antiguo embajador de Colombia en China, Rodrigo Querubin, actual embajador de Colombia en Malasia.
Estas sabidurías que datan del siglo V A.C. son textos que ejercen una influencia considerable y de manera durable sobre gran parte de la humanidad. Confucio seduce por su talento, su buen humor, su generosidad y estas analectas resultan de enorme importancia para los colombianos, por su dosis de gran humanidad, que tanto se ha olvidado.
“Son sabidurías al alcance del gran público sobre el buen gobierno, la sencillez, el respeto, la responsabilidad, la tolerancia, la rectitud, la felicidad, la paciencia, la perseverancia, el amor, la generosidad, la honestidad, la cooperación, el optimismo, la equidad, la cortesía, la paz y la guerra”, explica la escritora Flor Romero.
Dice la escritora que los autores que han explorado nuestro continente a la búsqueda de los rastros de la civilización China, “algunos de ellos han encontrado dragones diseñados por nuestros ancestros, en piedra, cerámica, oro y tumbaga, que deambulan por los museos centro y suramericanos con los hombres de serpientes-emplumadas, tortugas-aladas, jaguares-dragones, vampiros-dragones. Y es en la Sierra Nevada de Santa Marta en donde un guaquero encontró el jaguar-dragón en cerámica rojiza, que campea en la portada del libro”.
Esta obra, presenta la hipótesis de la llegada de los chinos a costas americanas 74 años antes que Colón, cuando el Emperador Zhu Di -Dinastía Ming reunió la flota más poderosa de aquellos tiempos para enviarla a recorrer los mares de mil países grandes y pequeños , al mando del eunuco Zhen He, trayendo gallos, picantes, pájaros-camello avestruces pavos reales, incienso, leyendas y ceremoniales, música y arte y llevando maiz, tabaco, tomate, aguacates, e historias de nuestras selvas, montañas y llanuras desmesuradas.
La filosofía confuciana enseña cómo ser verdaderamente humanos, la piedad, filial, el arte de servir y gobernar, el respeto de los ritos. La consideración al prójimo. «El sabio respeta tres cosas. Respeta la voluntad del Cielo, respeta a los hombres eminentes en virtud y en dignidad; respeta los preceptos de los sabios. El hombre vulgar ignora la ley natural; trata sin respeto a los hombres eminentes; se burla de las palabras de los sabios»
Flor Romero, hacedora de letras e ideas
La escritora Flor Romero, quien es licenciada en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Javeriana es la invitada de este conversatorio, quien además es fundadora de la Unión de Escritores de América Uneda, fue además primera consejera de la Embajada de Colombia en Paris.
Con respecto a su temática, Flor Romero, ha trabajado en la mítica americana, para completar 400 cuentos basados en mitos, ritos y leyendas de América 26 libros sobre este tema, entre ellos ‘La Mitoteca Americana’, ‘La Ruta de El Dorado’, ‘El amor es un mito’, ‘América cuenta sus mitos’, ‘El día que Condoresa Extravió su plumaje’, ‘El ombligo de la luna’ y otros cuentos míticos mexicanos, ‘Así amaneció en Siboney y Cuentos de Cundinamarca’. Se ha dedicado a rescatar las figuras femeninas en la historia a través de obras como ‘Yo, Policarpa’, ‘Mujeres Inolvidables’, ‘Malintzin la princesa regalada’, ‘Mujeres en Colombia’, ‘Diosas de tempestad’. También es la biógrafa de Alfonso López Michelsen, Manuel Elkin Patarroyo y Gabriel Figueroa.
