Como si fuera poco el ‘agite’ político por el escándalo de Odebrecht, las divergencias del Presidente con su ‘Vice’ y las permanentes críticas del uribismo a la desmovilización de las Farc, el Gobierno Nacional añadió otro ingrediente, al unir a todos los sectores para hacerles críticas a su reforma política, que pretende hacer aprobar en el Congreso de la República. Es decir y de todos es conocido, que el primero que no está de acuerdo con dicha reforma es el mismísimo Presidente de la República, claro que hay algunos puntos, como los que introdujeron después de haber perdido el Sí y que quedaron acuñados en esa reforma, que al decir de los expertos, no tienen un buen futuro.
Pero se sabe que entre lo que se acepta y lo que no es aceptable, se encuentra, podemos decir la esencia de la reforma, el porqué de la misma y es que por su intermedio se obtendrán los alcances del acto legislativo que dará la institucionalidad al partido político en el que se convertirán las Farc.
De forma sorpresiva, en la Comisión Primera de la Cámara, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, enumeró ese ambicioso cambio, cuando defendía el Mandato presidencial de cinco años, eliminación de la Vicepresidencia de la República, voto obligatorio por dos ocasiones, habilitar el sufragio desde los 16 años, dar financiación estatal a las campañas, al menos durante dos elecciones. Obligar la presentación de listas cerradas para las elecciones de Senado y Cámara de Representantes. Son algunas de las propuestas que el Gobierno espera tramitar por la vía rápida del mecanismo legislativo especial o ‘fast- track’, como también por reforma constitucional ordinaria.
Pero de todas estas proposiciones hemos venido realizando un análisis y encontramos que ‘soñar cuesta mucho’ porque creemos que con lista cerradas se puede dar la oportunidad a la gente joven, inteligentes, incorruptibles, bien intencionados y que están, como profesionales, en su mayoría, deseosos de poder servir a su país, departamento, ciudad, municipio o región, pero, no podemos estar de acuerdo en que los mozalbetes de 16 años, a quienes aún no tienen pelo en el pecho, ni la barba cerrada adquieran la responsabilidad de ejercer el derecho al voto pudiendo elegir a senadores, representantes, presidente, gobernadores o alcaldes.
Consideramos un gran acierto lo de las listas cerradas, allí se pueden ir formando los políticos del futuro, pero que no pueden aspirar a ser elegidos, pues no cuentan con los recursos con los que puedan afrontar una campaña electoral y es que de otra manera, es decir, con el actual régimen electoral se presta a que una persona bien intencionada, clara diáfana en su proceder, termine cediendo ante los favores económicos, los cuales le fueron hechos con el fin de poder ‘coronar’ su campaña y una mente brillante, pura y dispuesta a servir, termina torciendo todas sus buenas intenciones porque el mecenas o padrino político, una vez logrado el objetivo de la elección, empieza a presionar, a exigir este o aquel o el de mas allá favor o nombramiento, recordándole que ‘por su ayuda está elegido y tiene acceso al gobierno y lógicamente al poder’
Además esta reforma hay que estudiarla profundamente, pues eso de que se elimine la figura del vicepresidente, están una serie de cosillas que favorecen notoriamente e los ‘farianos’ que ya iniciaron su ‘mamadera de gallo’ en la entrega de las armas.
Valioso para el que quiere iniciar una carrera política limpia, cuenta con que el estado establecerá el valor a financiar y asi no tendrá que preocuparse del ‘padrino’ y creemos que las campañas se abaratarán, porque por comentarios callejeros se dice que los ‘farianos’ los ricos de ahora cuentan con suficiente billete para financiar su llegada al Congreso, asi digan lo contrario.