Por: Josefita Orozco Vargas y Rafael Castro Peinado.
El crecimiento y desarrollo de cualquier municipio, está sujeto a la buena prestación de los servicios públicos, pero indudablemente el servicio de energía eléctrica, marca en la población, el crecimiento y desarrollo de la comunidad.
Tal es el caso del municipio de Zapayán, ente territorial, que adquiere su nombre del cacique llamado Zampayán. Esta localidad del Departamento del Magdalena, cuyos primeros pobladores fueron los chimilas y siguiendo un orden de asentamiento, su fundación se inicia cuando unos agricultores de la población ribereña de El Roble Bolívar, en el año 1.800 aproximadamente, comenzaron a construir sus primeras viviendas, en lo que ellos llamaron Punta de Piedras, a orillas de la ciénaga de Zapayán.
Muchos años después, se convierte ésta, en cabecera del municipio más joven del Departamento, segregándose de los municipios de Pedraza, Tenerife y El Piñón, al adquirir su categoría administrativa y política mediante ordenanza No.005 del 23 de junio del 2.000.
La privilegiada posición geográfica de su cabecera Punta de Piedras, sobre la margen derecha de la Ciénaga de Zapayán convierte a esta población, en un destino ideal para mantener una sana convivencia, desarrollar cualquier oficio o iniciar variados negocios. El clima es cálido y goza de una biodiversidad de aproximadamente 50 especies de peces y 160 especies de aves, La pesca artesanal, la ganadería y la explotación maderera se constituyen hoy, en las principales actividades económicas del municipio.
En Punta de Piedra, igual que la mayoría de las poblaciones que explotaban la pesca, como actividad comercial, tenían que salar los pescados con el fin de evitar que se dañaran o comprar cantidades de bloques de hielo, en ciudades vecinas como Calamar o Barranquilla, luego someterlos al rudimentario y lento transporte que ocasionaba grandes mermas, antes de llegar a los centros de consumo y distribución.
Cesar Contreras, quien ejerce el oficio de pescador, cuenta “No todo tiempo pasado fue mejor, años atrás, cuando aquí no existía la energía eléctrica, pasábamos mucho trabajo, a veces nos tocaba botar la mitad de lo que pescábamos porque si no le echábamos la sal enseguida, al día siguiente ya no se podían consumir, entonces perdíamos plata, porque a mucha gente no le gustaba el pescado salado”.
Algo semejante ocurría con la leche, el ganadero Franklin Lozano Pimienta señaló “si no embarcábamos la leche en las lanchas, a tempranas horas, corríamos el riesgo de que se dañara, y realmente las pérdidas económicas eran grandes, puesto que carecíamos de un eficiente servicio eléctrico. Hoy es diferente porque la leche la conservamos, a través de la refrigeración en tanques especiales”.
Aunque la sociedad pudiente, recurría a las neveras de petróleo o a las plantas generadoras de energía, el progreso se mantenía en hibernación; solo, cuando la empresa de energía realizó los trabajos de electrificación, se pudo palpar que la población despertaba, aunque algo aletargada, pues el servicio no era muy eficiente, el cual empezó a prestarse mediante la extinta, Empresa de Energía del Magdalena, hacía el año 1994 y desde su conversión en municipio en el año 2000, los dirigentes cívicos del municipio, no solo lograron la municipalización de la región, sino que obtuvieron que la empresa prestadora del servicio de energía, Electricaribe, desarrollara un plan de electrificación, optimizando lo existente y ampliando la cobertura del servicio, para que de esta manera, Punta de Piedra, se encaminara, hacia el progreso, desarrollando un inusitado crecimiento en los diferentes negocios, pues grandes graneros abrieron sus puertas, ya que al contar con un buen servicio de energía podían expender bebidas frías, alas de internet, productos lácteos y derivados cárnicos, las viviendas actualmente, cuentan con toda la gama de electrodomésticos y tal como lo señala Enrique Ilias Cuadrado “la energía en mi pueblo ha sido una bendición, pues es muy agradable, después de una jornada en el campo, llegar a la casa y acostarse en la hamaca a reposar, debajo de un abanico eléctrico”. Así mismo, manifiesta Toribio Tolosa “la energía eléctrica, nos permite formar parte de la globalización, al poder navegar a cualquier hora, a través de Internet”.
Industria Maderera con Puerto Maderero
El concepto generalizado entre los habitantes zapayaneros, es que la re-potenciación de la energía eléctrica, elevó el nivel de vida de la comunidad, y como si fuera poco, se comenzó a generar empleo, al instalarse allí, desde hace 12 años, una industria maderera y un puerto maderero, propiedad de un alemán, que apoyado en la garantía que ofrece el servicio eléctrico, para el trabajo continuo de sus maquinas, las cuales industrializan una variedad de productos de exportación, se comprometió a cumplir el protocolo de los proyectos de reforestación comercial, que los obliga, a ser cuidadosos en la preservación de la capa de ozono y del medio ambiente.
Es así, que desde Za
payán, se exporta la materia prima para la empresa de lápices más importante del mundo, con sede en Alemania, con más de 250 años de historia, Y hasta ese, (en otrora) lejano rincón del mundo, con el auge y el crecimiento que ha proporcionado la energía eléctrica, ya han llegado otros extranjeros, visionando un lugar propicio para futuras inversiones.
El Puerto Maderero, único en el Departamento del Magdalena, ha implementado el cultivo de maderables en tierras propias y en sociedad con los campesinos del municipio, genera mano de obra y contribuye a la economía de la región, confiado en la estabilidad que ofrece el servicio optimizado de la energía, que también ha llegado a otros corregimientos del municipio, como la vereda de El Bongo, que fue electrificada recientemente y en donde se nota la alegría de los adultos que han adquirido muchas comodidades y hasta en los niños a quienes escuchamos comentar: “ahora sí podemos ver los partidos de futbol de la Eurocopa”.
Los pobladores de esta próspera región manifiestan su complacencia, al contar con un servicio de energía estable, que les ha permitido crecer económicamente y proyectarse hacía nuevos negocios como empresas de confecciones o plantas de refrigeración de lácteos, igualmente han mejorado los servicios de salud, puesto que el Hospital Local, tiene capacidad, de conservar refrigeradas las vacunas, los sueros antiofídicos y las parturientas pueden ser atendidas a altas horas de la noche o en las madrugadas.
La estabilidad eléctrica y su precioso entorno con la ciénaga de Zapayán, catapultan a Punta de Piedra hacia un desarrollo turístico con hoteles especializados para recibir a turistas nacionales y extranjeros que quieran una comunión con el medio ambiente, las aves y el más bello entorno que lo constituyen en único, en el Departamento.