Al iniciar el tercer mes del año estamos adportas de finalizar el primer trimestre y ya se inician los destapes políticos, se comienza a ver a los candidatos que aspiran a la asamblea, por ejemplo, visitando municipios que no conocían donde se encontraban, mejor, en que parte del Departamento están ubicados, ni sabían cuántos corregimientos componen éste o aquel municipio. Y después de sentarse con sus supuestos simpatizantes, quienes han sido invitados por el ‘líder’ del movimiento en la población, éste le presenta un cuadro alentador, que motiva su campaña.
Pero esto es una muestra de lo que debe estar sucediendo entre los que aspiran a ser elegidos para desempeñar un cargo como concejal, diputado, gobernador o alcalde, porque algunos creen, tener la varita mágica, para después de estar en una ciudad desempeñando un cargo de cierta importancia con salario importante, dejan todo, para volverse a su pueblo a someter su nombre para ocupar la alcaldía del municipio, aunque muchos ya no se acuerden que jugó trompo por las polvorientas calles de la población. Aunque en algunas, ya no se ve tanto las polvorientas calles porque el pavimento adorna sus calles.
Sin embargo, creemos que antes de que finalice el 1er trimestre del año veremos ya a los aspirantes adornados con los colores del partido que les ha entregado su aval y podremos decir que ahora sí, la fiesta electoral se inició. Las tamboras felices, el retumbar de sus tambores y el agudo sonido de sus flautas se enseñorean por doquier, como en pleno carnaval y es que podemos decir que al obtener el aval y, conformar la lista de quienes lo acompañarán para la Duma departamental o para los diferentes concejos municipales, se procede a la inscripción en las respectivas Registraduría y entonces podemos decir: se inició en serio la carrera política de los que por primera vez, presentan sus nombres a los cargos de elección popular y para los otros, continúa la lucha política por permanecer en la curul que en algunos casos pareciera que son vitalicias y que si hacen una reflexión, podrían ponerse a llorar, (si tienen algo de vergüenza), al ver que nunca hicieron nada, para favorecer, a sus comunidades.
De todas maneras, es la etapa crítica del trabajo, los madrugones, las trasnochadas, los malestares de estómagos por comer a deshoras, la gastritis, el permanecer con la sonrisa a flor de labios, y de la elección, pues los que no están habituados a estos trotes se concientizan de aquello que “Al que le guste el color celeste que le cueste”.