José Félix Lafaurie Rivera -@jflafaurie
En medio de la alegría navideña, los colombianos, en su mayoría “de buena voluntad”, no parecen sentir la paradoja del mensaje de Belén en un país agobiado por la violencia narcoterrorista, que nos ha llevado a una realidad de inseguridad que afecta a millones en campos y ciudades; entre ellos a Cristian Serrano, ganadero santandereano a quien le robaron su libertad y, con ella, la paz a su familia y a la comunidad ganadera.
Así mi voz resulte incómoda en medio de los festejos, seguiré exigiendo su liberación y rechazando el doble rasero de grupos ilegales, incluido el ELN, que juegan a la paz total del Gobierno sin dejar de secuestrar, extorsionar, reclutar menores y hostigar a comunidades vulnerables.
Por ello el lema del 40º Congreso Nacional de Ganaderos fue la SEGURIDAD GANADERA SOLIDARIA, a partir de las Brigadas Ganaderas Solidarias que evitaron invasiones de fincas en todo el país y, en 2024, de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, con más de 130 creados como sistemas de alertas tempranas con base en tecnologías de comunicación y bajo los principios de la solidaridad, la articulación con las autoridades y el respaldo de Fedegán a través de los gremios locales,
Es el mismo anhelo de paz que nos llevó a firmar con el Gobierno el Acuerdo para compra de tierras para Reforma Agraria, que Fedegán ha honrado con la oferta de más de 600.000 hectáreas, aunque, a 31 de octubre, la Agencia Nacional de Tierras solo había comprado 14.260, a pesar de lo cual… ¡seguiremos cumpliendo!
Durante 2024 emprendimos la defensa del derecho a la legítima propiedad de la tierra, frente a los intentos del Gobierno de despojar a los propietarios de la fase judicial en los procesos de expropiación con indemnización y de extinción de dominio por incumplimiento de la función ecológica de la tierra.
Frente a la crisis lechera que afecta a 350.000 ganaderos, en su mayoría campesinos minifundistas, aplicamos recursos parafiscales de los ganaderos por $14.600 millones para fomentar exportaciones y reducir inventarios, mientras insistimos en propuestas para neutralizar esa crisis estructural que se resume en alto nivel de producción, bajo nivel de acopio formal, alta informalidad, bajos precios al ganadero, altos precios al consumidor, caída del consumo e importaciones crecientes.
Sin embargo, a pesar de las dificultades, los ganaderos no caemos en la desesperanza, porque tenemos una ganadería, moderna, sostenible y competitiva. Con el hato número 11 del mundo; producimos al año más de 7.000 millones de litros de leche y de 900.000 toneladas de carne; en 2023 exportamos carne a 39 destinos, abrimos las puertas del mercado chino y vamos por el de Estados Unidos. Un saldo que nos permite mirar el futuro con optimismo.
Finalmente, mi deseo de navidad: Paz en el corazón de todas las familias, para que algún día se haga realidad en Colombia el mensaje de Belén.