Dos murales creados por niños en un taller de técnicas de pintura, organizado por la Casa del Telegrafista que tiene en comodato Cajamag y liderado por el pintor y escultor cataquero Melquin Merchan Viloria, se han convertido en un nuevo atractivo turístico del municipio de Aracataca, municipio que dio vida al universo literario de Gabriel García Márquez.
Estas coloridas obras, que rinden homenaje a Gabo y su legado, mantienen fascinados a turistas nacionales e internacionales que arriban a este pueblo de Magdalena a conocer d ella historia del Nobel de Literatura.
Un centro de cultura que recibe al mundo
Desde que la Caja de Compensación Familiar del Magdalena (Cajamag) asumió la administración de la Casa del Telegrafista, este emblemático lugar ha recibido a visitantes de 36 países, consolidándose como un punto clave del turismo cultural en el Magdalena.
Carlos Ruiz, coordinador de la Casa, explica que el museo no solo cuenta la historia de la familia Márquez, sino que también se ha convertido en un espacio vivo de aprendizaje y arte.
“Los turistas llegan buscando el Macondo de Gabriel García Márquez y se encuentran con una comunidad llena de creatividad e historia. Aquí no solo mostramos su vida, sino también el impacto que su obra tiene en las nuevas generaciones”, señala Ruiz.
El arte como herramienta educativa y turística
El taller que dio vida a los murales es solo una de las iniciativas impulsadas por Cajamag en la Casa del Telegrafista.
Martha García Valencia, directora administrativa de Cajamag, enfatiza que su objetivo es promover la cultura, el turismo y la educación en Aracataca.
“Desde Cajamag, buscamos no solo resguardar la memoria histórica de nuestro premio Nobel, sino también dar herramientas a niños y jóvenes para que desarrollen sus talentos y se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades”, comenta la directora.
Los murales, ubicados en una zona céntrica de Aracataca, no solo embellecen el espacio urbano, sino que también cuentan historias a través del arte. En ellos, los niños plasmaron elementos representativos de la obra de García Márquez con un nivel de detalle y creatividad que sorprende a propios y visitantes.
Un legado para el futuro
La Casa del Telegrafista, bajo la administración de Cajamag, no solo se ha consolidado como un destino turístico, sino también como un centro cultural y educativo.
Además de los talleres de arte, se realizan recorridos históricos que permiten a los visitantes conocer de cerca los detalles de la vida de Gabo y su familia.
Ruiz resalta el impacto positivo de estas actividades: “Lo que hacemos aquí tiene un alcance que trasciende lo local. No solo estamos preservando la historia, sino también sembrando futuro en los niños y jóvenes de Aracataca”.
El compromiso de Cajamag con Aracataca
La gestión de Cajamag en la Casa del Telegrafista es parte de una estrategia más amplia para impulsar el turismo y la cultura en el Magdalena.
“Nuestro compromiso es seguir promoviendo a Aracataca como un destino único, lleno de historia, arte y literatura. Estos proyectos son un reflejo de nuestra apuesta por el desarrollo social y cultural de la región”, concluye Martha García Valencia.
Así, los murales creados por los niños no son solo una atracción turística, sino un símbolo del impacto positivo que tiene el arte en la comunidad. En el pueblo que inspiró a Gabo, el arte sigue contando historias, ahora de esperanza, talento y orgullo por la tierra que dio vida al universo de Macondo.