José Félix Lafaurie Rivera -@jflafaurie
El país tembló con los escándalos de corrupción en la UNGRD, para comprar apoyos o satisfacer intereses regionales de algunos parlamentarios, pues entre los presuntos implicados también hay ministros y funcionarios de alto nivel que se han declarado inocentes.
Los carrotanques de la Guajira son apenas la punta de un gran iceberg de corrupción capaz de hundir un Titanic, al que se suma la también presunta desviación de recursos en Arauca con destino al ELN.
¡En Arauca!, departamento sometido al control territorial y con largo historial de gobernantes cooptados por el frente Domingo Laín, que es autoridad en la región, donde pone alcaldes y donde todo peso de contratación local, de regalías o de “partidas gestionadas” como las de la UNGRD, es mermado por la tajada al ELN, según fallos judiciales. Arauca, una sociedad victimizada por la extorsión, el secuestro, el asesinato, el reclutamiento infantil…
La delegación gubernamental emitió un comunicado en el cual reitera la legalidad y transparencia de su actuación, sometida también a la observación de los países garantes y acompañantes, la ONU, la Iglesia Católica y observadores de la Fuerza Pública. Sobra decir que, como miembro de la delegación, comparto plenamente los términos de la declaración, pues, de no poder hacerlo, sería cómplice de un delito.
Es más, debo recordar que, frente al anuncio del ELN de reanudar el secuestro extorsivo por la no activación del Fondo Multidonante, la delegación fue tajante en que esos recursos serían destinados exclusivamente a las acciones transformadoras en los territorios y, de ninguna manera, a sostener a un grupo armado en proceso de negociación y con cese al fuego, pero renuente a cesar sus actividades ilícitas y las hostilidades contra la población.
Grave sí, que el escándalo vincule a Karen Manrique, parlamentaria de Arauca por una de las curules de paz, por el presunto desvío de recursos hacia el ELN, a partir de la gestión interesada de millonarios recursos de la UNGRD, destinación oculta que ha sido denunciada por Olmedo López, confeso exdirector de esa entidad. Gravísimo, pues ella representa ¡a las víctimas! en una región todavía victimizada por el ELN, y se trata de recursos para un municipio, Saravena, sometido a su control territorial.
Hoy el asunto está en manos de la justicia y, como todos los colombianos, espero la investigación rigurosa de la Fiscalía y, en su momento, el pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia con la oportunidad que el país reclama.
El ELN, por su parte, congeló unilateralmente los diálogos desde febrero por su rechazo al diálogo regional en Nariño, y hoy es el Gobierno quien debe hacerlo hasta que se aclare el presunto desvío de dineros en Arauca, y pueda proseguir la negociación sin prevención alguna, pues la sombra de la corrupción oscurece el camino de la paz, que merece iluminarse de credibilidad y confianza.