Puerto Gaira es una playa pequeña, pero hermosa, queda entre Salguero y lo que era Mi Ranchito. Poco conocida por los turistas, antes de Pandemia, solo los residentes gozábamos de su suave arena, de sus aguas cristalinas cuya temperatura ideal, nos acariciaba diariamente y se corrió el encanto y con ello, aparecieron las carpas y hoy compartimos con vecinos y visitantes del sector del Rodadero.
Esto, sigue siendo un gran vividero, solo teníamos un inconveniente, que unas piedras, obstaculizaban (sobre todo a personas mayores) bajar a la playa, sin ser ayudados. Como pueden observar, en el “antes y el ahora”, de las fotos, tomadas, luego de un trabajo realizado recientemente, en el que Sonia Ardila, una vecina quien posee el don de servir a la comunidad sin ningún otro interés, que romper los obstáculos, cuando hay situaciones desagradables, como las piedras que además de afear, el sitio, era un peligro evidente, de tal manera que apareció Sonia Ardila, quien tomó el asunto, como si fuera la terraza de su casa.
Fue así, que propuso solicitar a la Alcaldía, arreglar la bajadita, de piedras, pero desafortunadamente, ningún funcionario respondía, pero Sonia, decidió agotar hasta la última gota de sudor, para solucionar la situación. Pero, que sea ella, quien cuente “su odisea”, para sacar con tesón, sacar adelante, el proyecto:
“A principio de año Eduardo Tovar me contó que El solía nadar lejos y lo disfrutaba mucho, pero hace unos años, se cayó bajando por esas piedras y lo tuvieron que operar y quedó lleno de platinas en un brazo perdiendo mucha movilidad. Me di cuenta que su calidad de vida había disminuido porque ahora, tenía problemas de movilidad y ya no podía nadar.
En marzo envié a la Alcaldía un derecho de petición solicitando un CAI Permanente para la playa y pidiendo El arreglo del Acceso a la playa. La Alcaldía me respondió diciendo que convocara a una reunión para tratar estos temas y que ellos asistirían”.
La reunión se hizo a mitad de mayo. Vinieron varias autoridades para hablar de diferentes temas y la Gerente de EDUS dijo que sobre El tema del Acceso a la playa, ella no podía comprometerse con acciones ni fechas concretas. Ahí supe que SI no lo hacíamos los vecinos, ninguna entidad lo iba a hacer. Organicé un equipo: Federico de la Rosa, abogado, para que trabajara en El blindaje legal y proteger la obra (para que nadie la pudiera frenar), Frank Silvera para conseguir al maestro de obra y cotizar materiales. Frank consiguió a Álvaro Navarro, maestro experto en pisos estampados quien con su equipo había trabajado en los malecones de Santa Marta y El Rodadero.
Federico y yo redactamos derechos de petición para diferentes autoridades, recogí firmas de los vecinos en la playa y Federico radicó todas esas cartas a principio de Julio. Mientras tanto mi equipo avanzaba con ideas sobre el diseño y materiales. A finales de Julio empecé a decirle a los vecinos que haríamos El Acceso a la playa entre todos, que costaba menos de 18 millones (17.2 millones fue El valor inicial) y que necesitábamos reunir el dinero entre todos.
A comienzos de agosto, la Fundación de Carlos Vives, Tras La Perla, se unió al proyecto, aportando la mitad del dinero. Durante agosto recogimos plata de los vecinos a través de la Plataforma digital de la Fundación y algunos vecinos me dijeron que no se les facilitaba aportar por ese Medio, pero querían colaborar con algo de dinero. Entonces empecé a recolectar dinero en la playa, entregar comprobantes y registrar a los donantes de forma manual. La Fundación propuso que iniciáramos la obra teniendo El 100% del dinero para no arriesgarnos a tener que pararla. A mitad de agosto estábamos lejos de la meta pero propuse iniciar obra a finales de agosto para que quienes no habían donado, se animaran al ver la obra y aportaran, y para honrar la confianza de quienes ya donaron. Entonces con la fundación decidimos lanzarnos al agua.
Hicimos las primeras compras de material, se alistó el equipo de mano de obra y empezamos el lunes 28 de agosto. El sábado 9 de septiembre a la 1pm la obra quedó LISTA y los trabajadores se fueron felices por la misión cumplida.
A las 5:30 pm, después de que se secado la pintura de los bordes de los escalones, moví las vallas azules y la plazoleta quedó terminada en un 100%”
Durante la obra los vecinos pasaban y agradecían a los trabajadores, elogiando la calidad de su trabajo y la velocidad. Gracias al trabajo bien hecho. El equipo del Maestro Álvaro, consiguió dos trabajos más en El Rodadero Sur. Se logró mucho, hasta cambiar ideas. En la fase previa al inicio de obra yo le dije a los muchachos: “ustedes pueden cambiar la idea de que los costeños son lentos. Vamos a hacer ésto bien y rápido”. Les dije además que la obra era una vitrina para ellos porque todos estarían sorprendidos por la calidad y velocidad del trabajo. Y asi fue.
El Mono Dulce y Claudia, colaboraron con el cuidado y vigilancia de los materiales, guardándolos en su casa.
Recibí muchos mensajes de felicitación porque se notaba que la obra no era del Distrito, porque avanzaba muy rápido. Los vecinos fueron muy especiales con Álvaro Navarro (el Maestro de obra) y además del pago económico que recibieron los muchachos, sé que les impactó mucho lo que lograron, ellos estuvieron motivados, porque sabían el beneficio para los vecinos, que podrán bajar a la playa sin ningún peligro, Porque esta obra les cambiará la vida a muchos que ahora podrían bajar a la playa, sin ningún temor.
PD. Dos días después de entregar la obra, llegó la respuesta de la Secretaria de Infraestructura del Distrito, a nuestro derecho de petición, diciendo que no tenían presupuesto para la obra en 2023 y que TAL vez, en 2024. Así que mientras ellos redactaban la respuesta, nosotros ejecutamos. Fin de la historia.