El dirigente gremial hizo una completa radiografía de las principales problemáticas por las que atraviesan dos importantes cuencas lecheras del país: Cauca y Nariño. Propone la revisión de los TLC con EE. UU. y la Unión Europea además de incorporar la leche en el PAE y las compras públicas de alimentos; prohibir progresivamente la distribución de leche cruda y un subsidio a productos de bajo costo para incentivar consumo en sectores vulnerables.
Como “junio negro” calificó José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), la grave crisis por la que están pasando los productores de leche del país, pero en especial en dos de las zonas productoras más importantes del país: Cauca y Nariño.
El alto ejecutivo se refirió a la caída del precio al ganadero y a la situación en el suroccidente de Colombia por la salida de las compañías Alpina en Cauca y Alquería en Nariño, que no solo tiene que ver con la producción sino también con la violencia y los problemas de infraestructura vial.
En su columna semanal, expresó que estas situaciones confluyen en el tema “de la estructura de nuestra producción lechera, mayoritariamente minifundista, y al de su sensibilidad frente a la violencia rural y las situaciones de crisis”.
Cauca y Nariño
Con cifras concretas, explicó que en Cauca, de acuerdo con cifras de vacunación contra fiebre aftosa, 18.000 productores suman un total de 228.737 animales, con un promedio de 12 por ganadero, mientras en Nariño, con 35.000 productores, ese promedio es de 8 animales.
“Si hablamos de lechería, no todas las vacas están en ordeño al mismo tiempo y, entonces, con la producción de 3 o 4, si no menos, se deben asumir costos altos y, además…, vivir, algo difícil cuando los precios caen o no se vende la leche”, manifestó.
El dirigente gremial sostuvo que esa es la radiografía de miles de pequeños productores en todo el país, agravada por situaciones estructurales. “Alpina se vio forzada a suspender el acopio en Cauca por la violencia de movimientos indígenas ideologizados y por el fuego cruzado de grupos ilegales por el control territorial del narcotráfico”.
“Nariño sufre también la peor de las violencias, la del abandono y la pobreza rural, de la cual se deriva la violencia narcotraficante. De ese departamento salió Alquería, no solo por la violencia, sino por las deficientes vías terciarias -un mal nacional-, que convierten el acopio de leche en proeza logística, a la que se suman los sobrecostos derivados del colapso de la Panamericana, aún sin solución”, dijo en su columna semanal
*Importancia de la producción lechera para la paz
Según Lafaurie, su análisis no se refiere al ejercicio estéril de las responsabilidades, sino de entender la relación estrecha entre minifundio lechero y pobreza; entre pobreza y violencia y, por ende, de comprender la importancia de la producción lechera para la paz en muchas regiones y en estos departamentos específicamente.
“Se trata de entender la racionalidad de la producción empresarial, pero también de acudir a la Responsabilidad Social Empresarial y a la solidaridad como factores constructores de paz”, agregó.
Ahora bien, dijo, hay una problemática estructural de la cadena láctea. Recordó que el país produce más de 7000 millones de litros al año a partir de una lechería mayoritariamente minifundista. La industria formal acopia la mitad, cuando mucho, y el resto se coloca en la informalidad, lo cual le da a la industria una posición dominante, agravada por las importaciones crecientes, que lo serán aún más con dólar a la baja.
Propuestas de Fedegán
Por ello, añadió, es necesario romper esas disfunciones estructurales de la cadena, pues se trata de la supervivencia de más de 554.000 productores en todo el país.
Estas son las propuestas de Fedegán ante la crisis de los productores lecheros:
– Revisión de los TLC con Estados Unidos y la Unión Europea
– Incorporación de la leche en el PAE y las compras públicas de alimentos.
– Prohibición progresiva de la distribución de leche cruda.
– Subsidio a productos de bajo costo para incentivar consumo en sectores vulnerables.
– Control al precio de los insumos.
– Vías que disminuyan el costo del acopio.
Asociatividad, crédito y asistencia técnica
El presidente ejecutivo de Fedegán sumó factores como la asociatividad, que debe ser promovida por el Estado; el crédito de verdadero fomento; y la asistencia técnica, para que esos pequeños productores no queden solos frente a los mercados.
“Son transformaciones que afectan positivamente la realidad rural y que son otro nombre para la paz, que se puede firmar en una mesa, pero solo se construye con decisiones de política pública y con la participación de toda la sociedad y del sector privado, como parte de la solución y no del problema”, concluyó Lafaurie Rivera.