Muy preocupado se encuentra el alcalde de la Zona Bananera Holman Echeverría por la situación financiera, que encontró en su Municipio, en donde la Administración saliente, no hizo el empalme que exige la Ley, y al revisar los archivos, lo que aparece, es una serie de anomalías, que perjudican toda buena intención que tenga el nuevo Mandatario, para beneficio de la comunidad. El Vocero de la Provincia, entrevistó al Burgomaestre, para que informe a la comunidad y no “peque” por omisión.
–¿Cuáles son la anomalías que encontró en la parte financiera del Municipio?
— “Dentro de todo el desorden, lo primero que detectamos, fue una serie de créditos, que suman más de 4 mil millones de pesos y están programados dentro del presupuesto 2016, para ser cancelados con los recursos de libre inversión del Municipio y éste, actualmente, recibe $1.230 millones, lo cuales, no alcanzan ni siquiera para cubrir el pago de la deuda y menos los intereses”.
— ¿A qué conlleva ésto?
–“Conlleva a que el Municipio, no cuenta con un solo peso y queda totalmente imposibilitado para cofinanciar proyectos, para realizar obras de libre inversión ni contratación directa. Entonces es un verdadero perjuicio para la comunidad, que no podrá contar con obras de inversión social”.
–¿En qué momento se obtuvo el desembolso del préstamo? Y Usted va presentar alguna denuncia ante los entes de control?
–“Sí, vamos a denunciar luego de tener una reunión con el banco Colombia, porque no entendemos como una entidad, prestigiosa, pueda aprobar un préstamo, sin que exista la capacidad de pago, sobretodo, en el último año, faltando solo 2 meses para terminar una administración. No entiendo como hizo la Administración para obtener un préstamo de esta magnitud, donde no contaba con la capacidad. También voy a presentar la queja ante el Ministerio de Hacienda, porque el Ministerio avaló estos créditos de manera irresponsable, puesto que El Alcalde anterior, en julio obtuvo un préstamo de 600 millones de pesos y luego en Noviembre otro, por $3.600 millones”.
–¿Y cuál sería la solicitud que haría al Banco?
“Pienso que podría ser una extensión en el tiempo, que es la única forma para poder buscar y conseguir la plata, ya que es una obligación que tiene el Municipio y de todas formas, hay que pagar”.
–¿A cuánto asciende el presupuesto anual de la Zona Bananera?
–“El Municipio que tiene 46 mil 700 hectáreas, lo que de verdad recauda con 500 millones de pesos. El presupuesto que nos dejó la administración saliente, es otro de los errores, fue mal organizado, ellos presupuestan unos dineros que solo aguanta el papel, ya que cuentan con unos recobros jurídicos, que son de vigencias anteriores, que no se pueden meter dentro del presupuesto, ya que se proyecta, es lo que realmente el Municipio recauda, porque esos cobros jurídicos, pueden o no, pueden entrar. Y los recaudos, no son suficiente, porque aquí, no se hace una actualización catastral por parte del IGAG, desde hace 16 años y esos impuestos están totalmente devaluados y haciendo historia, estábamos en la época de violencia que permanecían en la Zona, de los grupos alzados en arma y las fincas tenían un valor muy bajo, por ejemplo una finca que se vende ahora en mil millones de pesos, solo paga en predial $3 millones 800 y eso está totalmente desfasado”.
–¿Tenemos entendido que también encontraron desorden en los dineros de agua potable, saneamiento básico y electricidad?
–“Si esas son otros hallazgos, la Alcaldía no manejaban los dineros del agua potable y saneamiento básico, la facturación la hacían a través de terceros, los cobros los manejaban particulares, todo, como si fuera una tienda, la plata no entraba a la Alcaldía, no se sabe quién, se quedaba con ella. La luz, no la pagaron en todos los 4 años. La deuda del sistema eléctrico, asciende a más de mil millones de pesos”.
–¿Aparte de la situación financiera, encontró faltantes en la dotación?
–“La verdad es que aquí no quedó nada, la planta eléctrica desapareció como por arte de magia, se llevaron todo, no aparecen los computadores y da la impresión que actuaron con mala fe, porque se llevaron hasta la silla del alcalde, me dejaron fue una silla vieja de plástico. Como pueden ver, la situación es caótica, pero albergamos la esperanza, de que con constancia y gestión, recuperaremos la Zona Bananera, contra viento y marea”.